Una empresa puede recibir en cualquier momento una visita de Inspección de Trabajo. De hecho, hay que valorar que el inspector o subinspector podría ser un cliente más, puesto que en un primer momento no tienen la obligación de identificarse ante la empresa a pesar de que lo normal sea que se identifiquen.

Si estás ante una inspección hay que tener en cuenta que lo más importante es que no puedes negarte a que el inspector realice su trabajo en el centro, tanto en el caso de que la visita haya sido con previo aviso como si es inesperada. Si existe negativa por parte de la empresa, el inspector puede ir acompañado de ayuda policial para facilitar su entrada por la fuerza.

Tanto los inspectores de trabajo como su personal de apoyo tienen la facultad de acceder a todas las instalaciones del centro, exigiendo además que cualquier trabajador de la empresa le acompañe durante la visita. Solo existe una excepción a este modo de proceder: que tu domicilio coincida con tu centro de trabajo, ante lo cual el inspector deberá tener tu consentimiento o una autorización judicial para proceder a la inspección.

Durante el desarrollo de la visita, el inspector podrá solicitar información de temas laborales, tomar fotografías o grabar vídeos, tomar muestras de sustancias o de los materiales utilizados por la empresa, exigir la identificación de las personas que se encuentren en el centro o requerir la presentación de los documentos necesarios.

¿Qué documentos se deben facilitar en una inspección?

La documentación que se puede requerir durante la actuación inspectora es muy amplia. Entre otros encontramos: el libro de visitas, contratos de los trabajadores, justificantes de pago de los seguros sociales, escrituras de constitución de la empresa, libro de contabilidad, declaración de operaciones con terceros, contratos mercantiles, parte de alta y baja de los trabajadores…

Al ser la documentación tan numerosa, es común que muchas empresas cuenten con servicios de administración externa para gestionarla. En este caso, se emplazará al responsable para que presente la documentación requerida en un determinado plazo de tiempo.

Sanciones a las que se puede enfrentar una empresa

Si como resultado de la visita o de las comprobaciones realizadas a través de la documentación el inspector constatase incumplimientos de la normativa, la Inspección de Trabajo podría decidir levantar un acta de infracción con sanciones proporcionales a los hechos producidos. En este sentido, la cuantía económica varía entre los 60 y los 819.780 euros dependiendo de la gravedad de la infracción.

Sin embargo, no todas las sanciones son económicas, también pueden suponer la pérdida de determinados beneficios laborales. A su vez, se puede perder temporalmente la pensión o incluso la prestación por desempleo o incapacidad temporal. Como último recurso, se podría proceder al cierre de la empresa por un incumplimiento grave, entre otras sanciones.